Va a hacer cinco años desde que falleció la que fue y será, una de las personas mas importantes de mi vida.
Para la mayoría de nosotros, los abuelos suelen ser ese viaje a la infancia instantáneo, ese vistazo al niño que dejamos atrás. Todos tenemos recuerdos que se marcan con más tinta que los demás, y hablando con amigos y conocidos, todos coincidimos en que lo que más vívido recordamos con el paso de los años, son esas recetas de nuestras abuelas. Ese plato especial con el que se empoderaban y nos dejaban mudos durante un rato.
Pensé, que sería genial recordarlas a todas ellas, recopiladas y reunidas en un nº indeterminado de camisetas que lucir con orgullo.
Esto es por vosotras, es nuestro homenaje para que allá donde estéis, sepáis que no sólo seguimos recordándoos y echándoos de menos, sino que nuestros hijos, aunque no lleguéis a conocerles, probarán los mismos platos con los que nos hicisteis tan felices a nosotros.
Los sabores que hemos heredado empiezan aquí, y cómo no hacerlo con la que, para mi personalmente, era la más grande. La Juli.